lunes, 11 de octubre de 2010

S.O.S.

 Antes de la llegada de Carinne y su troupe a Vogue Paris, Mario Testino ya publicaba en la revista estupendos editoriales, muy sexys, con sus amigas top models de las que es rendido fan. En esta ocasión Stephanie Seymour y el modelo Andrea Boccaletti, que ya había trabajado con Testino y Roitfeld en las primeras campañas de Gucci, recreaban la visita al masajista de Andrea. La fisoterapeuta es ni mas ni menos que la propia Seymour. El hilo conductor del editorial eran los vestidos blancos que varios diseñadores proponían para el verano de aquella época. Por lo que se ve en las imágenes, Stephanie tiene problemillas de conciencia al ver tirado ahí en la camilla a su paciente, hay incluso momentos de flaqueza en los que está pensando en tirar a la basura su título y su código deontológico para tirarse a los brazos de Bocaletti.

Vogue París siempre ha sido muy topicazo de lo que se espera de los franceses, que sean sexies, que los matrimonios se pongan los cuernos unos a otros y se paseen por Le Quartier Latin vistiendo una camiseta de rayas y una boina ladeada. Ahora el Vogue París no roza el erotismo lo traspasa y en cada número hay mas pezones de top model por metro cuadrado que en un antiguo editorial de Isabella Blow.





































domingo, 3 de octubre de 2010

Lo ha vuelto a hacer.

Sin grandes estridencias ni un fastuoso escenario presidido por un enorme león, Miuccia Prada ha vuelto a hacerlo. No sólo me ha sorprendido sino que me ha enamorado su propuesta para el verano del 2011. Puede ser que después de ver los desfiles de la Cuarta Pasarela Mas Deprimente del Mundo cualquier desfile con una propuesta serie, madura y coherente me haga perder el sentido aunque lo curioso es que con Cavalli no me pasa.




No voy a entrar a valorar ni a revisar cada look del desfile, para eso ya teneis style.com donde ahora además podeis no sólo ver cada vestido al detalle sino también en movimiento. Lo que si quiero subrayar es que Prada consigue con cada colección crear un icono de moda. Si hago memoria podría recordar cada colección desde los ultimos diez años, cada una, tanto las de invierno como las de verano, se han convertido en referentes para el resto de diseñadores. La señora Bertelli consigue no sólo sorprender sino gustar a la crítica, al público que compra sus productos, y a los pobres mortales que deseamos todas y cada una de las piezas de sus desfiles. Prada no se parece a nada y aunque sus propuestas tengan cierto tufillo a los grandes hits de la moda del siglo veinte siempre que escoge elementos del pasado para contextualizar sus desfiles consigue avanzar hacia el futuro sin tropezar y ser absolutamente contemporánea con el contexto sociocultural en el que vive. Prada es una empresa que genera mucho dinero, no deja de ser un negocio que está haciendo del grupo un gran holding empresarial, pero a veces las cosas hay que hacerlas con estilo y los señores Prada han conseguido que su moda triunfe en ese dificil binomio compuesto por el arte y el mundo de los dineros.



Me llamareis exagerado pero yo me considero un hombre con suerte por vivir en la misma época que Miuccia Prada, por contemplar, aunque sea desde casa, sus colecciones, por saborear sus estupendas campañas publicitarias y por redescubrir cada seis meses a una nueva modelo rusa de apellido impronunciable que ella ha rescatado de un futuro previsible. Siento con cada colección como si asistiera a algo histórico para el mundo de la moda. Me siento afortunado por vivir en su misma época y comparo cada colección con el boom que supuso Christian Dior en los 50's con su New Look.





Esta colección es completamente rupturista con la de invierno y sin embargo sigue siendo cien por cien Prada. ¿Cómo consigue una firma avanzar colección a colección y seguir siéndose fiel a si misma?. Yo no tengo la respuesta. Hago memoria y sintetizo todo su filosofía de marca pero no consigo reunir las palabras que resuman su espíritu. En principio esto que digo es una contradicción en si misma, una firma que mantiene su espíritu pero a la que no podemos encasillar sólo en un par de best-sellers. ¿Qué define a Prada?. ¿Cuáles son los elementos que la hacen identificable?. ¿Por qué no chirrían sus estolas de piel teñida y sus mocasines con plataforma en una propuesta puramente veraniega?. Yo no tengo la respuesta a mis propias preguntas pero ella es el motor y la cabeza visible de una generación de diseñadores que ni siquiera es la suya. Prada avanza sin tropezar, sin perder su identidad y sin abusar de estrategias comerciales baratas.