miércoles, 23 de junio de 2010

Y ahora que he conseguido poner de moda la trenza voy yo y me pongo una taleguilla.

Decía Preysler, Isabel, que ella cuando era joven y lozana se lo había "puesto todo"...todo lo que se llevaba en el momento. Como buena gente bien, Preysler, parió tres o cuatro churumbeles, recuperó el tipo de la noche a la mañana y con un marido estrella pop, en eterna gira por Centroamérica, se dedicó a mantenerse y mantener su vida en un estado de perfección absoluta.
Su casa, el jardín, la decoración, su pelo, su piel, y todo lo que le rodeaba era simplemente perfecto. Si se llevaban las enormes hombreras ella se las ponía, si se llevaban las pieles ella las lucía, pese a su juventud, con el garbo de una estrella de Hollywood de los cuarenta,¿ Chanel?, Chanel, ¿Moschino?, Moschino. Hasta que se hartó y decidió utilizar ella la moda en vez de al revés hasta conseguir su estilo, un estilo cómodo que a algunos les producen arcadas y a otros les parece lo máximo del buen gusto. Lo que es indudable es que el estilo es suyo, único e irrepetible. Tras equivocarse mucho, mogollón, alcanzó algo que mucha gente no conseguirá nunca, un estilo único, irrepetible e instransferible...y pobre de la que ose intentar imitarlo.

La Infanta Elena, Duquesa de Lugo, primogénita de los Reyes de España, jamás ha tenido estilo, ni estilo, ni gracia, ni nada que se lo asemeje, de hecho no creo que ella haya reparado mucho en su aspecto viendo cómo va vestida para llevar a los hijos al colegio. Una mujer de cuarenta años que huye del maquillaje y de las peluquerías como yo de las Iglesias, y que como uniforme viste mocasín, pantalón beige y un enorme abrigo plumífero hasta los pies está claro que opta mas por la comodidad que por otra cosa.


Tras su boda con el Duque de Lugo, que en paz descanse, de parir doblemente y quedarse mas delgada que en su vida, sufrió la típica metamorfosis que sufren aquellas mujeres que caen en las garras de la típica estilista amateur de provincias que no pueden ponerse lo que les gustaría por falta de posibles, obviamente. Su "estilo" era un falso estilo. Aquello era un espejismo en forma de sueño frustrado de wanabee pueblerino con ínfulas de entendido. Su ya desaparecido estilista, suprimió su eterna trenza con pasador por enormes sombreros de Philippe Tracey y los vestidos de corte opusino reciclados por costosísimos trajes de Costura de Lacroix. Recuerdo una foto tremendamente impactante de la Infanta, inaugurando no sé que con una chaqueta de girasoles de colores de Versace de mas de cuatro mil euros.

Nunca vi cómoda, de hecho nunca la he visto, a la Infanta en ese papel de mariquita recortable, ahora te pongo esto ahora te pongo aquello, nunca lo supo llevar. Se le nota mucho a la Infanta que no posee un ápice de frivolidad, y que tiene mucha sangre germana circulando por su venas.
Ahora que las alfombras rojas todo lo invaden y que da igual cual sea el evento mientras tengamos los datos de quienes son los vestidos, ahora que las bodas reales se han convertido en otro evento que tuitear y que la realeza, qué pereza!, pretende llevar los mismos trapos que Britney, Lindsay y las demás, ahora que no hay lugar para la disidencia, la singularidad y el estilo único (y quien esté pensando en Lady Gaga que se olvide, yo sólo pienso en Cher) es un soplo de aire fresco, puro y regenerador ver a nuestra Infanta, esa a la que pensábamos que le faltaba un hervor, esa de la que todos pensábamos que le faltaba un verano, esa que todos creíamos que era una consecuencia de la promiscuidad genética de sus antepasados, vestida de torera en Suecia bajo la mirada de todo el viejo continente, dejando sin respiración, a todo el país y haciéndonos volver a creer en la moda, en la individualidad y el estilo que sólo la aristocracia, la de verdad, sabe sacar a relucir haga frío, nieve, llueva, se esté haciendo pis o esté sufriendo una triple hemorragia cerebral y un triple infarto a la vez, con el porte de alguien que ha sido parido y criado para tales eventos, para mantener la compostura y la barbilla alta pase lo que pase y pase quien pase.

La Infanta de trenza rancia, mirada triste y porte desgarbado sigue ahí, debajo de esa maravillosa falda y de la taleguilla, la mujer triste, sigue ahí debajo del traje de Caprile, mas cómoda en sus mocasines de Tod´s y con sus pantalones de montar.Lo que está claro es que sabe sacar a la Duquesa de Lugo cuando sus deberes se lo imponen, y eso se agradece entre tanta contención y cuquinismo falso, si la futura Reina puede ser una divorciada,¿ por qué voy a ser yo una apestada si lo único que he hecho es cumplir con mis obligaciones?.

La Infanta ha superado la viudedad y vuelve a estar en el mercado.


La metamorfosis ha sido maravillosa porque se ha equivocado, la Infanta se ha reeinventado, como Preysler, un montón de veces, la una por exceso y la otra por defecto, pero la metamorfosis en ambas es maravillosa. Una ha conseguido congelar el tiempo para siempre y conseguir que su hija mayor parezca su madre y la otra se ha ganado el respeto de un montón de gente llegando con el porte de una reina nórdica a un evento tan importante sin agachar la cabeza, y sino pensad lo que pensábamos de ella hace unos años y lo que pensamos ahora.

La Infanta Elena es la digna sucesora, en estos menesteres de reinados, de otra grande, Margarita de Dinamarca que es una Reina como de la Revolución francesa o de las Crónicas de Narnia, una reina de cuento.



martes, 1 de junio de 2010

Las increibles camisetas con mensaje de Katharine Hamnett.

Las chicas de la web Yoox.com me envían continuamente información sobre nuevos lanzamientos y sobre iniciativas muy interesantes para que, desde aquí, les dedique unas palabras. Ellas consiguen publicidad gratuita y yo un tema para un post. Esta vez es diferente, no sólo porque me han dado información sobre una diseñadora realmente interesante sino porque además me han prometido que me van agasajar invitándome a comer y también me van a dejar ir a sus almacenes centrales a enredar entre la ropa, probarme los complementos, el calzado y además me han prometido que voy a salir de allí con todo un guardarropa para un año. A mi todo esto me mosquea mucho, ya son muchos años de relación on line, mucho me temo que tanto MªÁngeles como a Nannie han caído rendidas a mis encantos..no me extraña la verdad.

Los 80's, esa década que, vista desde nuestros días parece que haya durado mas de veinte años, fue una época gloriosa para el diseño y los diseñadores, la industria en general dio su apoyo a casi todos los nuevos diseñadores noveles que tenían una idea original que vender. Incluso en España fue muy prolífica, Manuel Piña, Jesús del Pozo, Sybilla y un mogollón mas, tenían apoyo industrial y conseguían puntos de venta en el sitios tan exóticos como Japón, que, de toda la vida de dios, ha sido un lugar muy consumista hasta de moda española. Aquel, Moda de España, aupó a un nutrido grupo de diseñadores con ganas de hacer las cosas bien para luego dejarles en la mas absoluta de las bancarrotas abrazados a subvenciones y otros tejemanejes. La bonanza económica de los 80's permitió mas que en ninguna otra época de moda, un interés desmesurado por el diseño, los diseñadores y las compras.




Cada segundo de la década de los 80's ha sido escrutado por los nuevos diseñadores en busca de inspiración para sus colecciones durante esta primera década del siglo en el que estamos. Hemos asistido al homenaje "velado" de diseñadores que marcaron esa época, desde Mugler hasta Alaïa, desde Montana hasta Versace. Todas aquellas tendencias han vuelto envueltas, valga la redundancia, en un nuevo formato dirigido a las nuevas generaciones que crecieron viendo a sus hermosas madres vestirse con grandes hombreras, llevar trajes de noche cuajados con lentejuelas, los labios muy rojos y enormes escotes. Para todas ellas son estas tendencias que para mi que el año que viene ya van a estar pasadas de moda. Para sus madres, aquellas que ya usaron bota alta, leggings y blazer que tapaban el culo, gracias a dios que existe Prada y sus alternativas.


Henry Holland, un diseñador que tuvo diez minutos de gloria hace dos años de la mano de la modelo Agynnes Dein, que ahora imita el estilo 1990 de Sinead O' Connor, hizo su particular homenaje a la década de los 80's con camisetas con enormes mensajes. Puede que a alguien realmente joven le pareciera algo nuevo, fresco. Puede que el contenido de dicho mensaje fuera algo "diferente" pero el continente no lo era para nada. Su mensaje basado en personajes de la moda no fue trascendental para el mundo de la moda... si acaso para su bolsillo y el de ella.




El homenaje, la inspiración venía dada de una compatriota suya que en los 80's influyó como casi nadie del mundo de la moda en el de la música Pop. Katharine Hamnett salió de Saint Martins a finales de la década de los ochenta con ganas de comerse el mundo y con bastante mas conciencia política y menos frivolidad que sus compañeros. Sus camisetas oversize con mensajes políticos y ecologistas tuvieron un éxito casi instantáneo. Este vino dado sobre todo gracias a los grupos Pop de la época como Wham o Frankie goes to Hollywood que adoptaron sus camisetas para los primeros videoclips y con los que colaboró en una serie de camisetas que comenzaban con: Frankie Says...(Os pongo el link al yiutiub, Diana cabrona, para que veáis a George Michael bailando con una de sus camisetas en el clip Wake me up before you go go).


(Katharine en una recepción con la Primera Ministra Inglesa Margareth Tatcher con una camiseta en contra de los misiles ingleses).

Aquellos grupos, frescos, frivolones y simples contrarrestaban tanto pop con camisetas que clamaban contra las guerras, las centrales nucleares y los vertidos tóxicos. Katherine Hamnett no es una diseñadora corriente, su implicación con los problemas del tercer mundo, la pobreza, la paz y el ecologismo, le llevaron a encargar de su bolsillo un estudio sobre el impacto de la industria textil en el ecosistema. Los resultados le hicieron concienciarse aún mas a nivel ecológico, por eso, a parte de reunirse con varios presidentes africanos, comenzó a confeccionar ropa, antes que nadie, con algodón orgánico además de organizar varias iniciativas contra el SIDA. Ahora que está tan de moda todo esto de la moda y la ecología Katharine Hamnett fue toda una vanguardista en este tema.

A lo que vamos, tengo que escribir aquí que ahora Katharine Hamnett tiene un corner en Yoox.com donde vende una colección especial de ropa de baño, SAVE THE SEA, para él y para ella integramente producida en materiales ecofriendly, además de que parte de los ingresos de estas catorce piezas serán destinados a una asociación que vela por los intereses de los agricultores africanos.

Y es que, si no lo digo no me invitan a comer ni a probarme todos sus vestiditos...prometo tuitear cada vestido y cada gafa que pruebe.